La lección de anatomía

La lección de anatomía

domingo, 26 de agosto de 2012

DIABETES MELLITUS

DIABETES MELLITUS
Islotes de Langerhans

La diabetes mellitus es un trastorno crónico del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Se caracteriza por el defecto o déficit de la respuesta de la secreción de insulina, con alteración del uso de los azúcares y la consiguiente hiperglucemia (aumento del nivel de glucosa en sangre). Alrededor de100 millones de personas padecen diabetes a nivel mundial. La diabetes puede ser secundaria a cualquier enfermedad que produzca destrucción masiva de los islotes pancreáticos. 
El páncreas es dividido funcionalmente en 2: el páncreas exócrino (que sintetiza y libera en el duodeno enzimas digestivas) y el endócrino (compuesto por grupos microscópicos de células, denominados islotes de Langerhans; los 4 tipos celulares principales son α, β, δ y PP. Las células β son las encargadas de sintetizar insulina).
En condiciones normales, la insulina es liberada cuando aumenta la glucemia. Esta hormona es esencial para:
-el transporte de glucosa y aminoácidos a través de las membranas celulares
-la formación de glucógeno (forma de almacenamiento de la glucosa) en el hígado y los músculos esqueléticos 
-conversión de la glucosa en triglicéridos
-síntesis de ácidos nucleicos
-síntesis de proteínas

Las formas más frecuentes de presentación de diabetes mellitus se denominan tipo 1 y tipo 2. Un tercer grupo, se conoce como diabetes juvenil de inicio en la madurez (MODY, por sus siglas en inglés), y se debe a defectos genéticos de la función de las células β; representa menos del 5% de los casos y se manifiesta por hiperglucemia leve.

Diabetes Mellitus tipo 1
También conocida como diabetes mellitus insulinodependiente (DMID); constituye alrededor del 10% de todos los casos de diabetes primaria. Se debe a una falta absoluta de insulina, causada por la reducción de la masa de las células β. Suele desarrollarse durante la infancia y se agrava durante la pubertad. Estos pacientes dependen de la administración de insulina para su supervivencia. Sin insulina, estos individuos desarrollan cetoacidosis y coma diabético. La destrucción de las células β se debe a la susceptibilidad genética, la autoinminidad y la agresión ambiental. 
Este tipo de diabetes se manifiesta con poliuria (aumento en la frecuencia de las micciones), polidipsia (aumento de la sed), polifagia (aumento del apetito) y cetoacidosis. El paciente pierde peso y presenta debilidad muscular. Con respecto a la cetoacidosis, afecta casi de manera excluyente a los diabéticos de tipo 1; el déficit de insulina conduce a la degradación excesiva de los depósitos de grasa, aumentando el nivel de ácidos grasos libres, los cuales son oxidados en el hígado produciendo cuerpos cetónicos. Si la deshidratación dificulta la eliminación de los cuerpos cetónicos a través de la orina, entonces los protones se acumulan en el plasma generando acidosis metabólica general.

Diabetes Mellitus tipo 2
También llamada diabetes mellitus no insulinodependiente (DMNID), representa al 80-90% de los casos. Si bien no está del todo clara la patogenia de este tipo de diabetes, se sabe que los factores genéticos y el estilo de vida juegan un rol relevante. Se caracteriza por 2 defectos metabólicos: la alteración de la secreción de insulina y la disminución de la respuesta de los tejidos frente a la acción de la hormona (resistencia a la insulina).
La diabetes de tipo 2 también puede manifestarse con poliuria y polidipsia. Si bien también sufren alteraciones metabólicas, éstas son más fáciles de controlar y menos graves que en la diabetes de tipo 1. Cuando se descompensan, estos pacientes sufren un cuadro de coma hiperosmolar no cetósico. 
Aproximadamente el 80% de los diabéticos de tipo 2 son obesos, siendo la obesidad abdominal la que ejerce un impacto mayor. Para muchos diabéticos obesos, la pérdida de peso y el ejercicio físico puede combatir la intolerancia a la glucosa, principalmente durante las primeras fases de la enfermedad.

Complicaciones
La morbilidad asociada a la diabetes de larga evolución, de cualquier tipo, se debe primordialmente a aterosclerosis (alteración morfológica de las arterias), microangiopatía (alteración de los vasos de pequeños calibres), retinopatía (afección de la retina), nefropatía (alteración del riñón) y neuropatía (alteración de los nervios).
En ambas formas de diabetes, las complicaciones de la aterosclerosis, como el infarto agudo de miocardio, el accidente cerebro vascular, la gangrena de los miembros inferiores o la insuficiencia renal, son los episodios más frecuentes y peligrosos. Por otro lado, los diabéticos son más susceptibles a las infecciones de la piel y a la tuberculosis, la neumonía y la pielonefritis. Estas infecciones constituyen la causa de muerte de alrededor del 5% de los diabéticos. 
Complicaciones de la diabetes mellitus






   

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